HOY HAY BRUMA (cartago está sitiada)
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HOY HAY BRUMA
(Cartago está sitiada)
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Hoy sobre Cartago hay bruma.
Y tras la triste luz de unos barrotes
Maja Niña en vela espera quieta
el toque marcial de la trompeta.
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"Que me llamen a la guerra
Que me llamen. ¡Pero ya!"
.
Las horas se detienen congeladas.
La neblina crece espesa sin parar.
Maja Niña ardiendo el celo mudo
exuda a fuego lento fiebre y desespero.
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Sordos por la niebla desde el puerto
le llegan los fragores de lucha denodada.
A mil carnes dan mandobles mil espadas.
Y transpira en mil cortadas Maja Niña acuchillada.
.
"No toca mi trompeta a la batalla.
Cuándo me reclama? Qué le detendrá?"
.
Corre lentamente el rocío en los cristales.
Maja Niña por sus males brota de fervores
otra bruma de licores que condensa
por sus miembros y sus senos rocíos a raudales.
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Hoy no hay viento casi. Quietos los vapores
fríos e invernales amortajan la ciudad.
Maja Niña urgida de hostiles vendavales
quieta espera la trompeta que le de la libertad.
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(Cartago está sitiada)
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Hoy sobre Cartago hay bruma.
Y tras la triste luz de unos barrotes
Maja Niña en vela espera quieta
el toque marcial de la trompeta.
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"Que me llamen a la guerra
Que me llamen. ¡Pero ya!"
.
Las horas se detienen congeladas.
La neblina crece espesa sin parar.
Maja Niña ardiendo el celo mudo
exuda a fuego lento fiebre y desespero.
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Sordos por la niebla desde el puerto
le llegan los fragores de lucha denodada.
A mil carnes dan mandobles mil espadas.
Y transpira en mil cortadas Maja Niña acuchillada.
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"No toca mi trompeta a la batalla.
Cuándo me reclama? Qué le detendrá?"
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Corre lentamente el rocío en los cristales.
Maja Niña por sus males brota de fervores
otra bruma de licores que condensa
por sus miembros y sus senos rocíos a raudales.
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Hoy no hay viento casi. Quietos los vapores
fríos e invernales amortajan la ciudad.
Maja Niña urgida de hostiles vendavales
quieta espera la trompeta que le de la libertad.
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-posted by grandchester @ 5/16/2006 04:12:00 a. m.
4 Comments:
Sitiada sin saberlo, aún sabiendo se pena, piensa mil batallas sin trompetas que anuncien la retirada. Y la extensión a sus ojos y la coraza se calza.
Besossssss guerreros, locuela!
No hay viento casi ¿y entonces quién trasladará el sonar libertario de esas trompetas doradas que hacen rodar las cabezas de las estatuas y saltar los cerrojos de los calabozos?
Estamos sitiadas por antiguos fantasmas que no quieren abandonar las ciudades épicas que llevamos en el corazón. Y de cuando en cuando el viento abre las cortinas de la memoria y escapamos con ellos.
¡Que pite la tropeta!
Y saludos.
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