DIOSA IMPÍA
LA DIOSA IMPÍA
(respuesta a "Los Colonos de la Muerte" )
Ayy mujer.
Qué hacer con tanto milagro cotidiano, con tanto y tanto paralelo?
Pero hombre, si parece que escribiéramos eternamente en el presente.
Como si nunca hubiera existido o pudiera existir
el modo indicativo, en primera y en plural del tiempo ausente.
Cómo decir jamás, si desde siempre? Cómo pretender negar lo evidente?
Cómo alegarse inocente?
No te creo nada.
Imposible.
Aunque digas que está en un libro o que hay testigos.
Nos leíste el corazón, tomaste nota y transcribiste, desde antes,
desde el mismo eterno. Eso es trampa.
Los sucios trucos de una Diosa Impía.
Así cualquiera hace poesía.
-posted by grandchester @ 11/27/2006 10:06:00 a. m.
8 Comments:
Mis más profundas carcajadas, queridos poetas virtuales de los espacios del encanto.
Créanle a ella. Se cortó la cabeza, fue ofendida, amó en la oscuridad, peleó a Muerte con la Muerte y venció en plena virtualidad, en los insospechados salones del ciberespacio.
Desde entonces, se tienen sangre en el ojo. Y ella sabe que algún día vendrá por la revancha y entonces, entonces estará muy cansada y la Muerte será la triunfadora.
Pero solo aquí, en la insufrible y oscura "realidad".
La Diosa impía dice: "El que crea en mí Vivirá"
Abrazos.
Entre idas y venidas volteais mi cabeza. Yo debería estar en reposo, meditando mis andanzas y resulta que me pierdo en las de ambas...
Debe ser bueno, siempre lo es.
Besosssssss y genuflexiones a vuestras palabras, de enlace a enlace
Hola Yas, debo decir que esto que has escirto está bastante bueno. Realmente. Más allá de la ironía sobre la cual haces correr las palabras, esto lo encuentro muy interesante como idea.
Saludos de tu amigo,
Ernesto
Me llevé el video-poema a "El Sótano", ya que me gustó demasiado. Gracias.
Asumo casi como propios los mareos de Marga, y me retiro a mi tiempo ausente, en un intento, seguramente fallido, de inventar las nuevas conjugaciones... Fuera y fuese cuando anduviéramos en serás desvencijados. Quevedo siempre tuvo razón.
Triunfo Aparente
Aunque crezca su reinado de gusanos,
no le alcanza para cubrir su famélico cuerpo.
Y por más elaboradas intrigas internacionales o enfermedades personales o vejeces extenuantes que suman cadáveres a sus tristes huestes...
También carga su condena.
Aquí estamos,
con la porfía de renacer y amar.
Me gusta dar la pelea porque es lo único digno que se puede hacer.
Las Diosas impías nos rodean.
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