jueves, marzo 15, 2007

ARCO IRIS SOBRE CARTAGO





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ARCO IRIS SOBRE CARTAGO
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Encaramada en la cornisa de un faro, sin grandes esperanzas,
la callejera agradece el arco iris abovedado de Cartago.
Siente punzar fiero a Tanatos por su cuerpo con los dientes apretados.
Entrega la húmeda mejilla al soplo frío y su depresión se aplaca.
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Sucediéndole van los días que conquistan la estación en muda angustia.
Se arrastran intranquilos por la ruta de su vida de yacer vencida.
Pasan, y queda la avidez del seno al descubierto.
No disiente.

Brote abierto, herida fresca reclamandole al celeste amor y cama.
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Dispara capturando mares estelares, gordos cúmulos naranja.
Susurra en plegaria a la nada por consuelo del terror agazapado.
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Ve cruzar un colibrí en lo gris …y le pregunta:

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-Sabrás porqué es que el sol en su caída lustra y mata de repente
y un momento el mate smog?-

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…Y la atmósfera aclara y lava
…Y transparenta el cielo ahumado
…Y lo enciende revelando al fondo el violento fuego intenso
…rojo, lila, rosa azul
…nubes al carbón con fulgor del arrebol.
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Callejero colibrí, pluma grana respondió:
-Para en el cemento iluminar mi flor-
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Tras un ocaso la callada callejera marcha.
…Y enterrada quedará la niña que era.
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Prueba abrir los labios, murmurando deseos soterrados
que cambien su hambre de hembra nueva
por un instante en el averno.
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Sonrisa luna llena el rostro pálido de una callejera.
La vida se le precipita, palpitante el corazón.
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No hay retorno.
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En las sombras sus contornos se moldean con el torno
del gran desconocido artesano universal.
Ha entendido que tenemos todos un lugar
en este oscuro espacio sideral.
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miércoles, marzo 14, 2007

LA BACHIANA

LA BACHIANA

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Música: Marília Vargas sing Villa Lobos - Bachianas nº5


LA BACHIANA
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Estamos enfermos de belleza y llenos de misterio.
Salimos a la calle y se diría caminamos.
Mentira.
Cuando la resaca del dolor retrocede un rato, dejamos de arrastrarnos y flotamos.
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Entro a un basurero y huelo las naranjas que se van pudriendo.
Cómo describirlo? Huele a cielo.
Cuando el hacha me golpeó,
no podía resistir la fuerza del contraste
entre el blanco del tejido y el rojo intenso de la sangre.
Después peor, la clara agudeza del dolor.
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En las noches húmedas y cálidas,
busco hundir mis pies en gorgoteos de lagunas,
junto al rasgar de grillos frotándose las patas.
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Iluminada apenas por la fosforescencia de una nube de luciérnagas,
y las luces directa e indirecta sobre el agua de la luna
que a su vez la luz de otro ser refleja,
escucho y veo copular de ranas.
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Presiento los eones de la orgía milenaria
que aullaba ¡¡VIDA!!
antes de que yo llegara
y continuará después de que me vaya.
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Sí miro el espacio negro y el río en las estrellas,
sospecho como vibran los seres que las pueblan.
Y me hace corto en la neurona una imagen obsesiva,
toda esa gente haciendo cosas allá arriba.
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Por intentar imaginarlo piensa
en tantas especies inteligentes como humanos ocupamos esta esfera.
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Imagina militares con recursos como soles lanzando sus campañas.
Imagina la cantidad y calidad de las riquezas de los que creen poseer.
Imagina a los inconmensurables miserables muertos de hambre
y tragando cuanto encuentran.
Imagina las crueldades que defienden teratoneladas de ignorancia y de ignominia.
Imagina el desperdicio, la extinción constante de vidas por ideas contra ideas.
Imagina tanto y tanto "pueblo de elegidos".
Imagina las sartas de mentiras,
las botas enormes de soldados,
los hocicos de cerdos imponentes,
desbaratando por doquier los hormigueros,
acabando "de una vez por todas " con "los malos".
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Imagina el sufrimiento.
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Has visto las orgías de los calamares?
El tamaño de los miembros con que gozan las ballenas?
Te has sumergido en nubes de polen en un bosque?
Has oido cómo reclama un burro?
Has pasado por las filas de hoteles y de hoteles de cualquier ciudad
un viernes en la tarde?
Todos sabemos lo que están haciendo simultanemente parejas y parejas ahí adentro.
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Y... te cuento? Pero no les cuentes... A mi esas paredes se me hacen transparentes.
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A cuántas habrán tomado por primera vez el día de mi entrega?
Cuántos tuvieron un orgasmo, mientras escribí el poema?
Cuántos enamorados hay tomados de la mano?
Cuántos se besan? ...Cúantos se miran lo profundo de las almas?
Flores floreciendo? ...Y bebés naciendo?
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Y... qué piensas que pasa en mesnadas de planetas?
En este instante, mientras lees.
Imagina a los amantes amando sin cesar y de miles de maneras, en cualquier lugar.
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Bueno, dejemos eso.
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Imagina ahora los paisajes, las pinturas y esculturas,
Imagina tanta música, tanta lírica, tanta arquitectura.
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Imagina a los poetas en millones de planetas, mirando las galaxias y sabiendo,
(porque en verdad te digo -lo sabemos-)
que siempre estamos, infinita y definitivamente mirándonos mirar.
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¡DESPIERTA! No te cuento un cuento, todo esto es verdad.
¡Sal a la ventana, mírate en el cielo y ponte a gritar ¡¡ME AMO!!
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Imagíname ahora a mí en cada estrella mirándome mirar, imaginar, GRITAR,
doblada en el dolor, la admiración, la reverencia y el placer.
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Las batallas, la locura, la perpetua borrachera.
Todos centro ciego, cada uno de sí mismo lleno.
Exupéry se equivocó, las estrellas no reían,
¡BLASFEMAN, MATAN, DESESPERAN, AMAN, CLAMAN!

(Y este insecto meterse todo eso en la cabeza?)
(Y con tanto loco, buscándome con batas blancas, suelto?)
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Los dioses asomados observando la comedia.
Nuestro placer y sufrimiento, nuestro andar de ciegos y lo poco que creamos.
La cantidad de tonterías perpetramos, por el montón de tonterías que creemos.
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Y el arte, el arte, el arte.
El arte y la ciencia.
¿Qué vamos a mostrarle al padre cuando venga
a preguntar que hicimos con la herencia?
Nada más podrá salvarnos.
-Padre perdónanos, todo lo gastamos
en realizar estas cuatro obras nuestras
y en aprender este otro par de las obras tuyas.-
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Escribo escuchando la Bachiana y veo la mirada de la intérprete
interrogando al público.
Veo como dice “yo se que escuchan ¿pero ven?”.
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No puedo estar en los conciertos, no puedo ir a los museos,
apenas puedo moverme entre las sombras de los muertos
que abarrotan la tiniebla de la tierra. Siempre me descubren,
es que lloro demasiado, tropiezo con las cosas hechas de materia
y me preocupa poco mi apariencia, mi desnudez es manifiesta.
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Si ves una gotera que tiembla, titila entre las letras,
es porque mientras confieso, al tiempo que describo todo aquello que te escribo
canto y rezo, oro y lloro.
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martes, marzo 13, 2007

ARENGA AL CONQUISTADOR

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Fondo Musical: Ride of the Walkyries. Wagner.


ARENGA AL CONQUISTADOR
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Hermano soldado. Heredero triste de Alejandro Magno.
(ese otro conquistador, de tantos tan nefastos)
Si te agacharas un momento y miraras
con cuidado el polvo que hollas con tus botas.
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Si preguntaras sus secretos más ignotos
a las aguas de esos ríos y granos de esas dunas
que riegan las iras de tu mira con napalm.
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Si prestaras por el viento oído atento
a ese cielo que surca la tormenta desatada
de furtivos cazabombarderos encumbrados
con sus huevos de fósforo y uranio residual.
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Si no pasaras temeroso y prepotente en el insecto que te hace fuerte
con su exoesqueleto de acero resistente a las lágrimas ardientes
y los dientes apretados de las madres y los hijos
de las tierras del Irak y Afganistán.
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Si apreciaras la sublime arquitectura de los templos
y mezquitas y las obras milenarias de la hidráulica
y dejaras volar tu pensamiento con la arena del desierto.
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Si te liberaras de las palabras de los medios. ¡Si pensaras!
Si dudaras un segundo, si leyeras, si escucharas
y si meditaras...
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…comprendieras…
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Que tendrías que arrodillarte a besar el polvo de tus huellas
porque estás en la gran Mesopotamia, una de las tierras más sagradas.
El sitio en donde aprendimos los secretos del cultivo.




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No te dice nada “Tigris"? No te significa “Éufrates”?
No te suenan tan insignes nombres?
¿No vez que estás en el jardín, en la escuela,
donde aprendieran a escribir los hombres?
Donde se inició la metalurgia.
Donde se invento el monoteísmo.
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¡Hermano! Por tu madre y por mi madre…
No le faltes al respeto a nuestra madre Babilonia.
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Los caldeos enseñaron a tus padres las delicias de beber cerveza.
Hamurabi legislaba donde hoy tus balas atropellan.
De aquí salieron los mitos, leyes y leyendas que plasmó Moisés
en medio o más del pentateuco, empezando por el Génesis,
siguiéndole el decálogo y culminando con las reglas del Deuteronomio.
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¡Estás en la tierra de Noe!
¡Estás en la tierra de Lot y de Moab y Ben Ami!
Zoroastro no te dice nada? ¿Y la ruta de la seda?
¿Y los Partos? ¿Y los cuentos de la princesa Scheherazada?
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Osas masacrar a los divinos pueblos de la Biblia y del Corán?
A los descendientes de Esaú, a los constructores de los zigurats?
A los hombres que fijaron las constelaciones en el mapa sideral?
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No ves los genios, los efrits, los califas abasidas?
A los pueblos amorreos? A los persas?
Las naves de Simbad en el puerto de Basora? Las alfombras voladoras?
¿El fantasma de al-Rashid que vaga por Bagdad?

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¡NO VES NADA?
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No seas espurio esputo de los pueblos bárbaros.
Despierta orgulloso esclavo de los mercaderes de las armas.
…No ves cómo ciego defecas tus ancestros, la mitad de tu cultura,
el origen primigenio de tu concepción moral,
el lugar donde nació la propiedad privada,
la tierra de donde surgieron los banqueros,
el dinero y mucho más de todo lo que adoras y que amas?
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Ve soldado… Sigue tu destino… agrega otro capítulo a la gesta
de la cuna original de lo que llamamos la historia universal.
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Ve… Ve tranquilo… Qué más da?
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Ilustración: Sergio Candia Chandía


lunes, marzo 12, 2007

SILENCIO

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Silencio

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Ilustración: Sergio Candia Chandía


¡Qué hambre carga
esta marcada piel!


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Es la ciudad y un hogar,
rocío nocturno refresca pastos secos...
Noche sin resistencia a la retirada...
Bien sabe que al morir en mi tierra
nacerá a otro bosque, otra montaña y otra playa.
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Fría humedad en el silencio.
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Silencio que sólo existe en mí...
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Observé como los locos dolientes
los mil rostros de Selene, amada diosa,
cálida lumbre que calma la revuelta de esta alma.
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Le hablo del silencio
agolpado en la garganta,
de la intensidad y de las horas.
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De cuando del temor a veces se acompaña,
de cuando se carga de pequeños pensamientos
y enormes emociones sentidas cada sol.
Brotan fuerte forzando el esternón
a contener el tumulto de Pasión.
Callo... y el ruido del mundo no.
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Imposible no escuchar... hay tanto por...
que caigo en sopor ante la conciencia
de todo lo que vive alrededor.
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Imposible no escuchar... hay tanto por...
Una risa, un lamento; la vida en movimiento.
La tierra bajo los zapatos y este viento.
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Invoco la tranquilidad,
la sabiduría de quien es testigo de la eternidad.
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Disco oído paciente de euforias amorosas y
maldiciones horrorosas.
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¿Comprendes?
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Cuando asoma el alba
irrumpen los seres
que con desespero solapado
atrapan con su existencia
urdida por el pulso ajeno de los roles.
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Miro en silencio y los aprehendo.
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domingo, marzo 11, 2007

SOY SIN MÁS

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SOY SIN MÁS
(entre otras cosas, soy mujer)




Soy sin más, no pido permiso, ni yo misma me reprimo.
Tomo la vida como va.

Si mi género condiciona mi posición al orinar,
mi papel en el gozo o en el misterioso procrear...

Si mi género condiciona, en formas que no entiendo,
la manera en que organiza mi cerebro las ideas...
…o si me lleva a sentir o a caminar de tal manera
o le da a mi parlamento un cierto acento
o me resta alguna oportunidad.

Si éstos me ven como presa y aquestos piensan
que necesito alguna protección en especial
y que no tengo derechos o que me falta inteligencia para hablar...

Qué me importa?

Yo respiro, canto, amo… Yo pienso y me arriesgo o me cuido
siguiendo mi camino, sorteando mi destino.

Sigo, hasta donde dé mi circunstancia,
lo que mi cuerpo dicta, lo que indica mi sentir profundo,
lo que a mis fuerzas y a mi inteligencia alcanza.

Soy mujer ¿y qué? Igual fuera pájaro
o varón o planta o piedra...

Es igual.

Así como no me importa denunciar al sacerdote,
al político o al cruel,
tampoco, a los macho men...

Así que te pregunto amiga, amigo...
¿Qué tanto discutimos?

¿Será que todavía sospechamos que intentamos engañarnos?
Que los argumentos o los actos podrían (remotamente) ser
otras tantas armas,
burdos o elaborados silogismos
de los amantes de los “realismos”? De los animalitos crédulos,
de los adoradores de presentes,
del aquí y ahora, del “que se caiga el mundo mientras coma”,
de los que consideran que la fuerza constituye prueba de verdad
y que la guerra es quehacer científico experimental.

No hay misterio en el discurso,
todos somos sacerdotes engañosos,
todos pregonamos
que al "debe ser", a “lo correcto”
corresponde
mantener el orden o subvertir la sociedad
según formemos parte de los defensores del castillo
o de los que tratan de asaltarlo y de entrar.
Izquierdas ofensivas y derechas defensivas.
Hambrientos empujando el cambio y ahítos aguantando.
Simple regla del quehacer vital.

Todavía sospechas que
(sin importar la etnia, el color,
el género o el bando)
“los sin derechos”, “los malditos malos”,
“los bandidos”, “los equivocados”,
son los inscritos en el otro equipo
o los arrastrados, los traidores de este lado?

No sufras por eso,
mi-tu discurso, la mía-tuya ideología,
defiende el interés estomacal de mis-tus correligionarios,
a no ser que nos-les falle la conciencia de nuestra-suya identidad.

Está última carencia, como sabe el estratega,
es paradoja y abyección de la ignorancia
muy común en periferias imperiales
entre pesimistas-listos, traidores a sí mismos
copia-copia a ultranza de cadenas que se aman*
y tampoco tiene nada de anormal.

Se tú, sea yo...
...en la mina, en el campo,
en la casa, en el trabajo,
en la discoteca,
en la fábrica, en la tienda
en el estadio o en la biblioteca…
todos los lugares son trincheras
del ser que busca y en mí y en ti se manifiesta,
sobre todo si tiene brizna de conciencia
¿y si no la tiene? Igual, trinchera...
...en todo tiempo y donde sea...
…que no suplica el paso la existencia…

Se tú…
Tú, ente perdido en las esferas.
Tú, no marioneta de quimeras.
Tú, mirada de sorpresa.
Tú, valuarte de tu sangre,
de tus hermanos y tus hijos y tus padres.
Tú, quien quiera o lo que seas...

(Sé que no hace falta que te lo recuerde,
eres tú mismo, misma siempre, siempre…
¿Si no quién más serás?).

SE HAMBRE, SE AMOR,
SE ENTREGA Y EMPATÍA
SE LA VIDA…

Y…

Es evidente, pero por si no se entiende,
humildemente, hermano (hermana) te lo digo

…SE TÚ ALBEDRÍO…
…Y TÚ LIBERTAD…

*
Por citar algún ejemplo de imperios inmortales
Zulú, Kmer, Quin, Han, Manchú,
Egipcios luengos, Hebreo bíblico y moderno,
Hitita, Persa, Griego, Romano, Bizantino, Otomano,
Maya, Mongol, Mogol, Inca, Azteca, Europeos varios,
Rusos y conexos,
los de ahora locales o globales,
militares, comerciales o corporativos y de capitales
o los futuros estelares y etcéteras, etcéteras que se nos aparezcan.

La influencia que ejercen sobre los pueblos subyugados
es conocida y cierta.
(“progreso” forzado, adopción de modales “refinados”,
mejoras de razas, evangelizaciones y otras “novedades”).
Hasta se arguye a la influencia cultural
como justificación para el dominio colonial.

Como si ésta requiriera de otra justificación
que las condiciones materiales, los recursos tecnológicos,
las tácticas y, sobre todo, la insuperable dialéctica del arma.
Pero bueno, la usurpación de la identidad
es un simple asunto de estrategia
otra de las innumerables formas que asume
la insensata competencia de las bestias.

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Ilustración y pintura: Sergio Candia Chandía


sábado, marzo 10, 2007

CUANDO YO ME MUERA

CUANDO ERA CAMINANTE

Cuando era caminante,
encontré un día un perro muerto
y observé varios meses el proceso.

Primero se hinchó, después se puso verde,
luego se fue secando y disgregando.
Lo que más duró fue algo de cuero
y una hilacha revuelta en polvo y pelo (el olor era tremendo).
Al final quedaron unos pocos huesos muy pequeños.





CUANDO YO ME MUERA

Cuando yo me muera
no me vayan a enterrar ni a incinerar.
Que no haya autopsia, no me rajen,
como todos de algo me habré muerto.
Tampoco me maquillen ni embalsamen,
no me arreglen ya… ¿A qué la vanidad?

Quiero podrirme lentamente,
desnuda en una falda de colina
que de a la madre mar.

Cuando yo me muera
no quiero otras flores que silvestres
si es que crecen en la estación y en el lugar.

Quiero que llueva o truene en el tiempo en que me velen,
sea de noche o de día,
quiero que mis deudos me hagan el favor
de sentarse un rato, desnudos o vestidos,
como lo prefieran, conmigo sobre el piso.

Mi cadáver debe estar
sin ropa, sin manta y sin cajón
sobre las piedras, en el prado, entre la hojas,
en el barro, en la arena o lo que haya,
sentado o acostado, como caiga,
siendo honesto lo que es… un cadáver ahí tirado.

Tómense una copa o un café a mi salud.
Si es de noche enciendan velas o fogatas,
cuando mucho focos de poca intensidad.
Si quieren hagan música o los ruidos plazcan
pero con sus voces e instrumentos
que toquen con los cuerpos
sin usar potencia adicional.

De todos modos les pido su silencio
una hora antes y después de anochecer y amanecer.
No por respeto o en mi honor si no
para que podamos escuchar cantar,
vivir, amar, morir o lamentarse al mundo.
Siempre hay alguna ola o un pájaro
o un insecto que tienen algo que opinar…
o quizá la lluvia o los vientos
o las ranas o los gatos o los perros.

Les pido que después de darse gusto…
Les pido que después, no antes…
ya estando satisfechos…
Les pido que caminen hasta el cuerpo,
se sienten y mediten
mirando a mi lado un rato hacia el océano.

Cuando tengan suficiente deben irse.
Deben dejarme con las hormigas
los escarabajos y las moscas.
(ellos conocen su trabajo).

Pueden regresar de vez en cuando
y observar como me deshago.

Cuando yo me muera
dejen que mis huesos alimenten
a los perros y a las ratas
y a los buitres o gaviotas
como en vida, como siempre.

Dejen que se sequen.
Dejen que los cubra el polvo
que la lluvia se los lleve.
Simplemente no intervengan.
Déjenlos al sol y a las estrellas
caminar hacia el olvido en libertad.
Con suerte, alguno llegará por fin al mar.
Ah! Al mar… el mar… la mar…

…Y cuando ya no quede nada o casi nada…
vengan, vengan cuando tengan ganas.

Pueden recitarme sus poemas
o cantar cantos que les salgan de las almas
o contarme en verso sus sueños, sus vivencias,
lo que piensen los que piensan.

Nunca estarán solos si miran por mis ojos…
Siempre hay “algo”…
Siempre están las olas, siempre alguna vida.
Siempre está la lluvia, siempre el aire, el sol, las nubes...
Siempre, a fin de cuentas, el reloj del corazón
y el fuelle inagotable del pulmón.

Abran con cuidado las pupilas
y escuchen, abriendo los oídos;
habrán un sonido ronco y cantidad de agudos,
el motor que nunca cesa y los infinitos grillos
(yo se bien lo que les digo).

Aspiren a pulmón tendido,
entreténganse escuchando …sientan…
y miren, miren sin parar
la inmensidad.

También pueden llorar
en lo que les da la paz.
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